El vendedor de seguros acaba encantado con esas tetas, piensa que no todos los días te abre casi desnuda una madura de este calibre. El chico pasa a casa de la milf un poco tímido y más viendo las ganas de polla que tiene, pero a la que empieza a tocar su rabo y a hacerle una buena mamada se relaja, tanto que acaban follando y haciendo gemir a esta madura como se merece.
Categoria: Maduras
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