Estaban en la cocina y la mujer se dio cuenta que del bolsillo del pantalón de su hijastro asomaban unas bragas suyas. El chico debía haberlas cogido de su cajón a saber para que. En principio no le hizo gracia a la madrastra pero luego pensó que si el chico estaba tan cachondo como para quitarle sus bragas, es que la deseaba y mucho, y un polvo con un veinteañero como él no es poca cosa…
Categoria: XXX
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